Después de haber preparado con prisas a Tormenta a principios de Junio, para una prueba del campeonato nacional de rally/raid portugués, me pareció que no tendría demasiado trabajo en tener la moto lista para la siguiente prueba en Mação, de nuevo en tierras lusas. Cuando necesitas disponer de tu montura al 200%, nunca puedes relajar-te. Siempre, cuando la revises encontrarás algo que mejorar.
Puesta a punto
Revisando la cadena me percaté de que faltaba el clip de seguridad del eslabón de unión. No creo que anduviera muchos kilómetros sin él, ya que suelo revisar muy a menudo la cadena, pero no hace ninguna gracia que desaparezca sin que uno se de cuenta de la falta de su presencia. Por fortuna, estos eslabones suelen quedar bien fijados y no suelen moverse de su sitio. Siempre tengo de reserva tanto eslabones maestros para remachar como de clip.
Montar el módulo con todos los instrumentos de navegación, conectarlo y comprobarlo es también algo que vale la pena hacerlo con tiempo. Debo decir que la instalación auxiliar eléctrica que se le hizo a Tormenta en la sede de Twalcom, Italia, hace ya casi tres años, no ha dado ningún problema. El único problema que he tenido ha sido la avería en el ICO, el ordenador para gestionar los km durante la carrera, que dejó de funcionar al finalizar la primera etapa del Rally Fafe. Los distribuidores de la marca en Portugal tuvieron la gentileza de ayudarme a detectar el problema y reemplazarme el aparato, y así pude realizar la segunda etapa del rally.
Campeonato nacional de Rally/Raid en Portugal
Es el tercer rally en Portugal en el que participo con Tormenta. Los trazados no están diseñados para motos pesadas. Las motos de la parrilla son, en su mayoría, motos de Enduro o Rally de 450cc de no más de 160 Kg. En la edición del Rally Mação del año pasado sorteé las trialeras más complicadas, buscando caminos alternativos. En esta edición, quizás por la experiencia adquirida y que estaba algo más descansado, me he animado a pasar por sitios que normalmente ni me planteo hacer si cruzan en mi camino. Me ha encantado hacerlo y ver que Tormenta sigue en forma y que es muy capaz, aún si las suspensiones estaban rogándome por un buen mantenimiento y puesta a punto, del que carecían desde que las instalé. Soy muy meticuloso con el mantenimiento de la moto, pero el tema de las suspensiones, al depender de un tercero para su revisión y estar a menudo viajando, no he encontrado el momento para ello. Y el tiempo pasa. ¡Y tanto que pasa!
Terreno duro y complicado
En Mação se ha sentido el calor. Las etapas en Portugal son largas y exigentes, así que hay que gestionarlas muy bien para no acabar agotado, sobretodo con una máquina de 215 kilos. Disfruté muchísimo todo el rally, sobretodo durante la primera mitad en la que estaba fresco, encaraba las trialeras con optimismo y en los tramos rápidos Tormenta me llevaba a ritmo alegre. Pero sabía que tarde o temprano esos kilómetros me irían machacando. El terreno era duro y con mucha piedra suelta. El enemigo número uno de Tormenta. Después de pasar uno de los puntos de control, reposté, tomé un refrigerio y comí algo ligero.
Un pequeño contratiempo
La segunda parte de la etapa estaba llena de nuevos retos, algunos muy exigentes. En medio de una trialera de bajada con desnivel muy pronunciado me estaba esperando un escalón de piedra de más de medio metro. Tal obstáculo había que superarlo con precisión de neurocirujano, sobretodo si, como yo, no habías elegido el mejor paso para minimizar la dificultad. Pasé la rueda delantera por la roca, abriendo suavemente el gas para liberar la rueda delantera, sin pasarme para no estamparla con la roca que yacía inmediatamente. A pesar de llevar el cuerpo atrás la horquilla no fue capaz de recuperarse a tiempo, el desnivel era demasiado fuerte y todo mi peso y el de la moto caían sin piedad sobre el tren delantero. Salté por los aires y fui a parar en el interior de unas zarzas en las que quedé atrapado durante unos minutos sin poder desenredarme mientras Tormenta no dejaba de pitar. Una rama estaba accionando el claxon. Ese fue un momento de locura. El calor, las zarzas que me aprisionaban y los gritos de Tormenta. Cuando logré liberarme recogí a Tormenta, terminamos la bajada y nos fuimos a un lugar seguro para controlar las consecuencias del accidente. ¡Qué máquina tan dura!
Protección
Si bien debo remarcar que aunque la trato muy bien, y no suelo caer, en un percance de este tipo todo puede suceder. Prefiero no utilizar protectores tubulares para el carenado y motor. Son un peso extra y a veces puede suponer más un problema que una solución. Lo que sí es imprescindible para una BMW F800GS es un buen protector de cárter, unos protectores de puño robustos de aluminio y reforzar de alguna manera los anclajes del radiador, la parte más débil de esta moto.
Estoy encantado con Portugal. En estos eventos, los participantes, la organización, se genera una atmósfera muy sana. Las motos, la deportividad y el respeto por la naturaleza abanderan estos rallys portugueses.